A los leones – Lindsey davis (432 pàgines)
Dècima part de la saga del detectiu Marco Didio Falco. En aquesta entrega, com no podria ser d’altra manera, en Marco ja es torna a posar en problemes. Aquesta vegada, mentre feia d’inspector d’hisenda per l’estat i investigaba les propietats d’un lanista, descobreix l’assessinat d’un lleó. Aquest fet el porta a investigar la disputa amb un altre lanista. Però l’investigació arriba a un punt mort [veure fragment 2], i en Marco i familia decideixen anar a buscar un parent que está buscant una planta existinguida que només creixia pel nord d’africa.
Les novel·les d’en Marco sempre són distretes per una banda per què hi ha una barreja entre aventures i investigació, en aquesta en concret, d’acció poc. I segon pel caràcter d’en Marco, que sempre deixa anar un diàlegs massa bons per ser reals [fragment 1].
[fragment 1]
– ¡Hola! – exclamó el senador-. ¿Qué sucede aquí, Falco?
– Que Helena Justina, hija del ilustre Camilo, se dedica a pintar una puerta -respondí.
– Eso será porque no puedes permitirte pagar a un pintar -murmuró con inquietud-. ¿O tal vez porque a ella le gusta dedicarse a eso?
La segunda insinuación parecía aun peor que la primera.
– Le gusta -asentí.
– ¿Por qué toleras algo así, Falco?
– Verá, senador, todavía no he encontado el modo de disuadir a Helena de algo si ella desea hacerlo.
– Pero, ¿qué opina tu gente, Falco?
– Está horrorizada, por supuesto. Pero mi esposa tiene permiso para decirle a la gente que yo la obligo a hacerlo.
– ¿Y qué dices tú?
– Digo que es responsabilidad de la gente que la educó.
Helena abrió la boca por fin:
– Hola, padre -dijo.
[fragment 2: capítol XXXVI sencer]
Hola, ¿todavía esperáis un giro inesperado de los acontecimientos?
Pues no ha habido ninguno. Suele pasar eso con frecuencia. En realidad, es lo que siempre pasa.
[fragment 3]
– ¿Qué me dirías de una invitación a cenar con nosotros? Acompañado de tu persona de preferéncia… -añadió en un tono muy civilizado que dejaba a mi elección acudir con mi esposa, con una prostituta o con algún muchacho de ojos saltones, de esos que trabajan de masajistas en los baños.
Para un auditor del Estado era una estupidez y un riesgo confraternizar con los sujetos de la investigación que tenía en marcha. Naturalmente, acepté la propuesta.
Apunt final: Acabo de veure la noticia de la descoberta de la vila de Vespasiano, emperador vigent durant el transcurs del llibre. No sabeu italià? llàstima!
Apunt final d’un altre tema que no té res a veure amb el Marco: Pàncrees artificial?
Nota:7/10