Arxivar per 2009-11-18

El cinquè elefantTerry Pratchett (400 pàgines)

Llibre de la saga de la Guàrdia. Per mi, es la que se li pot treure més el suc, ja que es la que té dos personatges principals en comptes d’un i a sobre té secundaris molt bons, a part que una trama d’investigació policial sempre enganxa. Aquesta vegada el capità de la Guàrdia ha d’anar com a ambaixador al país veí, Uberwald, un país enorme ple de boscs tenebrosos, nans, vampirs, i homes llop. Aquesta vegada el comandant Vimes no en tindrà prou amb el seu talent com a policia per treure l’entrellat, aquesta vegada li farà falta fer servir la “diplomàcia”.
En resum, tenim una trama d’investigació policial amb bastants moments d’acció, protagonitzat pels nostres personatges de la Guàrdia preferits.

– ¿Cómo? ¡Nosotros no somos una ciudad de enanos!

– Tenemos cincuenta mil enanos ahora mismo, señor-

– ¿En serio?

– Sí, señor.

– ¿Estás seguro?

– Sí, señor.

Claro que lo está, pensó Vimes. Probablemente los conoce a todos por su nombre de pila

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El señor Vimes le había dicho que nunca se emocionara demasiado con las pistas, porque las pistas podían hacerte bailar un baile funesto. Se podía convertir en costumbre. Uno terminaba encontrando una pierna de madera, una zapatilla de sed y una pluma en la escalera del crimen y construyendo una elegante teoría sobre una bailarina coja de ballet y una producción de El lago de los pollos.

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[parlant d’un Igor]

– Qué hombre más bien plantado -musitó Sybil, mientras entraban.

– Tenía pinta de ser más de un hombre.

– ¡Sam!

– Lo siento. Estoy seguro de que tiene un gran corazón.

– Bien.

– Aunque no sé si será el suyo.

– ¡Sam, de verdad!

– Muy bien, muy bien, pero tendrás que admitir que tiene un aspecto un poco… raro.

– Cada uno está hecho de una manera y no puede cambiarse, Sam.

– Parece que él lo haya intentado…

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– Sí, su excelencia. Usted es su excelentísima excelencia el duque de Anhk-Morpork, comandante sir Samuel vimes, excelencia.

– Espera, espera, lo de excelencia cancela al sir, eso lo sé. Es como tener un as en el póquer.

– Hablando estrictamente eso es cierto, excelencia, pero aquí se les da mucha importancia a los títulos y es mejor jugar con la barja completa.

– Una vez fui el encargado de la pizarra en la escuela. Durante todo un trimestre. ¿Eso cuenta para algo? La señorita Venting dijo que nadie borraba la pizarra como yo.

– Un dato últil, excelencia, que tal vez nos resulte útil  si hay que romper algún empate – dijo Iñigo con cara cuidadosamente inexpresiva.

Nota:8/10