Post en homenatge a Terry Pratchett! Si! mai ni ha prou!
- Algunas religiones de Ankh-Morpork todavía practicaban el sacrificio humano, aunque realmente ya no necesitaban practicar más porque eran muy buenas en ello.
- Desde detrás, Vetinari parecía un flamenco carnívoro.
- Rincewind podía pedir piedad a gritos en diecinueve idiomas, y simplemente gritar en otros cuarenta y cuatro.
- “Suerte es mi tercer nombre”, dijo Rincewind. “Eso sí, mi segundo nombre es Mala”.
- Por supuesto, el mero hecho de haber oído un grito aterrador y escalofriante del tipo que hace que la misma médula se te hiele en los huesos no significa automáticamente que algo vaya mal.
- ‘Conozco a las personas que hablan de sufrir por el bien común. ¡Nunca son ellos, joder! Cuando oyes a un hombre gritar: ¡Adelante, bravos camaradas!, verás que siempre es el que está detrás de la jodida roca enorme, y el único que lleva el casco realmente a prueba de flechas’.
- Ocho años en la industria nuclear me han enseñado que cuando no hay nada que pueda ir mal y todo imprevisto ha sido considerado, entonces es el momento de comprar una casa en el continente de al lado.
- Los dioses del Disco nunca se han preocupado mucho de juzgar las almas de los muertos, así que la gente sólo va al infierno si es allí donde creen, en su fuero más interno, que merecen ir. Lo cual no creerán si no lo conocen. Esto explica por qué es tan importante disparar a los misioneros nada más verlos.
- El consenso parecía ser que si se enviaban números realmente grandes de hombres a tomar la montaña, entonces podrían sobrevivir a las rocas los suficientes como para tomar la ciudadela. Ésta es esencialmente la base de todo el pensamiento militar.
- La gente que mide más de dos metros y tiene los hombros casi igual de anchos tiene a menudo viajes sin acontecimientos. La gente les salta desde detrás de los rocas y les dice cosas como: ‘Oh, lo siento. Creía que eras otra persona’.
- La persona que había al otro lado era una mujer joven. Muy obviamente una mujer joven. No había manera posible de confundirla con un hombre joven en ningún lenguaje, especialmente en braille.