Arxivar per 2010-11-04

Ladrón del tiempo – Terry Pratchett (376 pàgines)

Tic

Ladrón del tiempo es la vint-i-sisena novela de la saga del Mundodisco i es el cinquè llibre de la subsaga de la mort.

Els Auditors son un éssers que volen tenir contat i controlat tot el que hi ha en l’univers, però la humanitat amb la seva mania de no parar de fer accions durant tota l’estona complica la seva tasca. Així doncs decideixen aturar el temps. Però per impedir tal desastre hi ha els monjos de la història. A la Mort no li fa gaire gracia la idea que aturin el temps, però hi ha “regles” que impedeixen la intervenció, per això involucrarà a la seva neta Susan, no del tot sobrenatural i no del tot humana.

No és de les millors, ni de les pitjors, nivell mig. Nivell en concordança amb la resta de llibres de la saga de la Mort. El millor personatge del llibre no es el protagonista, sinó la Susan que va entrar en la saga en el Soul Music i cada vegada agafa més protagonisme. Crec que es mereix un 7.

Tac

Tiró la bola dentro de la papelera. Nunca erraba el tiro. De hecho, a veces la papelera se movía para asegurarse de ello.

Si los niños fueran armas, Jason habría esado prohibido por los tratados internacionales. Jason tenía un lapso de atención de menos varios segundos, salvo en materia de crueldad inventiva hacia los pequeños animales peludos, en cuyo caso podía ser bastante paciente. Jason daba patadas, puñetazos, mordía y escupía. Sus dibujos habían asustado mortalmente hasta a la señorita Smith, que por lo general sabía encontrar algoque decir de cualquier niño. Estaba claro que era un niño con necesidades especiales. En opinión de la sala de profesores, estas empezaban por un exorcismo.

Pero el joven amor Jeremy estaba empezando a preocuparle. Nunca se reía, y a Igor le gustaban las buenas risas maníacas. Se podía confiar en ellas.
En contra de lo que esperaba Igor, tras dejar la medicación Jeremy no había empezado a farfullar y a gritar cosas como “¡Loco! ¡Decían que yo estaba loco! ¡Pero ahora les daré una buena lección!¡Jajajajaja!”

Estaba el asunto de la cara. La exquisita mascara que había sobre una estructura ósea que era como la porcelana fina había sido maquillada por un payaso. Probablemente por un payaso ciego. Y que llevaba guantes de boxeador. con niebala. Lady LeJean miraba el mundo con ojos de panda, y el pintalabios únicamente le tocaba la boca por accidente.
– No pareces loca -mintió susan-. Como tal.

Esto implicaba que para los estándares alimentarios de los grandes centros chocolateros de Borogravia y Quir, el chocolate de Ankh-Morpork recibía la clasificación formal de “queso”, y solamente se escapaba de ser definido como “argamasa” por que no era del color adecuado.

Nota:7/10