El passat dijous 12 va ser un dia trist per mi i els milions de fans d’en Terry Pratchett. La MORT es va emportar el millor escriptor de tots els temps! Per què els millors sempre marxen aviat?! Això em fa pensar que potser no em queda gaire temps… Aprofitant la seva mort crec que es un bon moment per començar a llegir Terry Pratchett, per aquells que no ho han fet mai recomano llegir abans el CT1519. Avui m’agradaria fer un petit homenatge al genial escriptor recordant un passatge de cada un dels llibres que m’he llegit.
[Arxicanceller Ridcully i Lord Vetinari]
—Como mago, debo decirle que las palabras tienen poder.
—Como político, debo decirle que ya lo sé.
El Atlético Invisible
—Nos dejamos llevar un poco por el entusiasmo —dijo Húmedo—. Nos pasamos un pelo de creativos en nuestra manera de pensar. Animamos a las mangostas a criar en los buzones para reducir el número de serpientes… Lord Vetinari no dijo nada. —Ejem… las cuales reconozco que introdujimos en los buzones para controlar a los sapos… cuales, justo es reconocerlo, introdujimos en los buzones para reducir las cifras de sapos… Lord Vetinari se repitió. —Ejem… los cuales, cierto es, fueron metidos por el personal en los buzones para contener a los caracoles… Lord Vetinari siguió en silencio. —Ejem… Estos, debo señalar en aras de la justicia, entraron en los buzones por su propia voluntad, para comerse el pegamento de los sellos —explicó Húmedo, consciente de que empezaba a parlotear.
—Bueno, al menos les ahorraron el trabajo de tener que meterlos ustedes —observó lord Vetinari con alegría—. Tal como lo cuenta, este podría haber sido uno de esos casos en que la fría lógica debería haber dejado paso al sentido común de, pongamos, un pollo del montón.
Dinero a mansalva
Y si alguien llega a los ciento trece años, lo increíble no es que vaya a morirse mañana, sino que esté vivo hoy.
La Corona de Hielo
—Puede que a ti te gusten las gambas con nuez moscada, Charles, pero a ellas no les gustas tú. Vimes se compadeció del militar, al que parecía desconcertar haber hecho enemigos entre los crustáceos inferiores.
—Bueno, hum, ¿a la langosta le gusto, cariño? —preguntó con una voz que no expresaba mucha esperanza.
—No, querido, no se lleva nada bien contigo. Recuerda lo que pasó en la velada de whist de los Perejil. El hombre observó la cargada mesa auxiliar y probó suerte:
—¿Crees que las vieiras podrían entenderse conmigo durante cinco minutos o así?
—Por todos los cielos, no, Charles. El militar retirado miró de reojo la mesa una vez más.
—Sospecho que la ensalada verde, en cambio, es mi amiga del alma, ¿verdad?
—¡Desde luego, querido!
—Sí, ya me lo parecía.
Snuff
—Desde luego tenemos que hablar con usted —dijo Zanahoria—. ¿Quiere un abogado?
—No, ya he comido.
—¿Come usted abogados? —preguntó Zanahoria.
Ladrillo le dedicó una mirada vacía hasta que hizo acopio del cerebro suficiente.
—¿Cómo se dicen las cosas esas que se hacen como pedacitos si te las comes? —preguntó.
Zanahoria miró a Detritus y a Angua, para ver si encontraba allí alguna ayuda.
—Podrían ser abogados —reconoció.
—Se ponen todas blanduchas si las mojas en cosas —añadió Ladrillo, como si llevara a cabo un análisis forense.
—Es más probable que estemos hablando de galletas, entonces —sugirió Zanahoria.
—Lo mismo sí. En un paquete todo envuelto en papel. Eso, galletas.
—Lo que quería decir —explicó Zanahoria—, era: cuando hablemos, ¿quiere que haya alguien de su parte?
—Sí, por favor. Todos —se apresuró a responder Ladrillo.
Zas!
El jardín estaba lleno de adornos. Eran de los tristes y baratos: conejitos de sonrisa enloquecida, ciervos de porcelana con los ojos muy abiertos y gnomos de puntiagudos gorros rojos en cuyas expresiones se leía que estaban tomando la medicación equivocada.
Un sombrero de cielo
Quin tipus de persones serien capaces de posar un conegut criminal a càrrec de la branca més important de govern? A part, es clar, del votant mig.
Cartas en el asunto
El sermón fué más bien húmedo, porqué escupía un diluvio de saliva cuando alzaba la voz; estaba tan lleno de Dios que diluviaba en todas partes. Predicaba como si empuñase una espada llameante. Los murciélagos caían a plomo de las vigas. El órgano arrancó a tocar sin nadie sentado en el banco. El agua chapoteaba en la fuente.
Nación
La ballesta se disparó hacia arriba. Y no acertó en nada, sobre todo a ningún pato. Esto es tan poco habitual en esta clase de situaciones que hay que notificarlo bajo nuevas regulaciones humorísticas. Si le hubiera dado a un pato y el pato hubiera hecho cuac y caído en la cabeza de alguien, por supuesto habría sido chistoso y ciertamente habría sido notificado. Pero la flecha se desvió un poco por el viento y cayó en un roble que estaba a unos dies metros, donde no acertó a una ardilla.
Regimiento Monstruoso
– ¿No Ha oído hablar de aquel sitio de Klatch? ¡Lo contrataron para que los librara de una plaga de mimos!
– Un momento, un momento… ¿Cómo se puede tener una plaga de mimos?
– Oh, fue terrible, por lo que tengo entendido. La gente ya no se atrevía ni a salir a la calle.
– ¿Quieres decir, todos con la cara blanca, todos siguiéndote por ahí en silencio…?
– Exacto. Terrible
El Asombroso mauricio y sus roedores sabios
Otra reacción que tenían los magos cuando se enfrentaban a una situación mueva y extraordinaria era revisar sus bibliotecas para averiguar si ya había pasado alguna vez antes. Aquello, reflexionó lord Vetinari, era una característica óptima para la supervivencia. Quería decir que en los momentos de peligro uno se pasaba el día sentado muy calladito en un edificio de paredes muy gruesas.
El Último heroe
– ¿De qué clase de refugiados estamos hablando?
– Mayormente humanos, señor.
– ¿Quieres decir que la mayoría serán humanos, o que cada individuo será mayormente humano? -quiso saber Vimes. Al cabo de una temporada en Ankh-Morpork, uno aprendía a formular preguntas como aquella.
Ronda de Noche
-Vaya. Así que es un vulgar ladrillo dentro de un vulgar calcetín. Y en conjunto forman un arma.
-Mmm. Sí.
-¿Cómo funciona?
-Mmm. Lo haces girar. Y luego golpeas algo. Aunque a veces te golpeas tú solo.
-¿Y luego destruye media ciudad? -quiso saber Coin.
Rincewind miró los ojos dorados del chico, y luego clavó la vista en su calcetín. Se lo había quitado y puesto varias veces al año, durante muchos años. Tenía zurcidos que había llegado a conocer y a am… bueno, a conocer. Algunos de los zurcidos tenían allí su propia familia de zurciditos. Había muchas descripciones posibles para el calcetín, pero “destructor de ciudades” no estaba entre ellas.
Rechicero
Resultaba bastante difícil contratar al señor Tulipán y al señor Alfiler. Había que conocer a la gente adecuada. O para ser más precisos, había que conocer a la gente inadecuada, y se lograba conocerlos frecuentando cierta clase de bares y sobreviviendo, lo cual era una especie de primera prueba. Esa gente inadecuada, por supuesto, no conocían al señor Tulipán y al señor Alfiler. Pero conocían a un hombre. Y ese hombre expresaba, en un sentido general, la opinión precavida de que tal vez supiera cómo ponerse en contacto con hombres de naturaleza alfileriana o tulipanística. En aquellos momentos no recordaba con exactitud mucho más que eso, debido a una pérdida de memoria causada por la falta de dinero. Pero una vez curado, te podía indicar de forma muy general otra dirección donde se podía econtrar, en un rincón oscuro, a un hombre que afirmaría enfáticamente que nunca había oído hablar de nadie llamado Tulipán o Alfiler. También té preguntaría dónde ibas a estar, por ejemplo, a las nueve en punto.
La Verdad
-¿Qué va bien para los vampiros?
– Esto, un atúd calentito y seco, ejem, un montón de sangre fresca, ejem, cielos nublados… – Su voz se fue apagando cuando vio la expresión de ella-. Ah… bueno, depende de dónde sean, por lo que recuerdo. Uberwald es un sitio muy grande. Ejem, cortarles la cabeza y clavarles una estaca en el corazón suele ser eficaz.
– Pero eso funciona con todo el mundo – dijo Tata.
– Ejem… en Splitz se mueren si les pones una moneda en la boca y les cortas la cabeza…
– A diferencia de la gente normal -dijo Tata, sacando un cuaderno.
– Esto… en Klotz se mueren si les metes un limón en la boca…
– Eso ya suena mejor.
– … después de cortarles la cabeza. Creo que en Glitz tienes que llenarles la boca de sal, amartillarles una zanahoria dentro de cada oreja y luego cortarles la cabeza.
– Me imagino que debió de ser divertido averiguar eso.
– Y en el valle de Ah creen que es mejor cortarles la cabeza y hervirla en vinagre.
– Vas a nescesitar a alguien para llevar tantas cosas, Agnes – dijo Tata Ogg.
– Pero en Shuprmrkdo dicen que les tienes que cortar los dedos de los pies y atravesarles el cuello con un clavo.
– ¿Y cortarles la cabeza?
– Parece ser que no hace falta.
Carpe Jugulum
El imperio tezumano, situado en los valles selváticos del centro de Klatch, es conocido por sus huertas orgánicas, su exiquista artesanía de obsidiana, plumas y jade, y sus sacrificios multitudinarios en honor de Quesoriscóttal, la Boa con Plumas, el dios de los sacrificios humanos multitudinarios. Tal como se decía, con Quesooricóttal siempre sabias a qué atenderte.
Eric
– Sale uan flecha de la nada y le da justo en el libro que llevaba justo encima del corazón y se le clava hasta la última página antes de pararse.
– Bastante milagroso -admitió Zanahoria
– Sí que lo fue, supongo -dijo el sargento. Una lástima de las otras diecisiete flechas, la verdad.
Voto a brios
El contrato del mantenimiento del ordenador decia que si la máquina:
1) No funcionaba
2) No hacía lo que decían los anuncios caros
3) Electrocutaba al vecindario más próximo
4) O no se hallaba directamente en la onerosa caja al abrirla, aquello era expresa, absoluta y tácitamente responsabilidad ajena al fabricante, y que cualquier intento de de tratar lo que se acababa de pagar como propiedad del comprador desembocaría en los servicios de unos hombres muy serios con maletines amenazadores y relojes muy finos.
Buenos presagios
– Solamente estoy diciendo que el hombre es una criatura mitopoeica.
– ¿Y eso qué quiere decir?
– Quiere decir que nos inventamos las cosas sobre la marcha – contestó el decano sin levantar la vista.
Papá Puerco
– Tiene usted la mente de un verdadero policía, Vimes.
– Gracias señor.
– ¿De veras?¿Era un cumplido?
Pies de barro
Técnicamente, un gato encerrado en una caja puede estar vivo o puede estar muerto. No lo sabes hasta que hechas una mirada. De hecho, el mero acto de abrir la caja determinará el estado del gato, aunque en este caso había tres estados determinados en los que podía hallarse el gato: Vivo, Muerto o Condenadamente Furioso.
Lores y damas
No, claro. Dosflores nunca quería causar problemas. Había gente que nunca quería causar problemas. Probablemente lo último que se oiría antes de que el universo se plegara como un sombrero de papel sería a alguien decir: “¿Qué pasa si hago esto?”.
Tiempos interessantes
Nadié sentía hambre cuando llevaba en la bolsa un pan de los enanos. Sólo hacía falta mirarlo un momento, y al instante se te ocurrian dócenas de cosas que podías comer en su lugar. Unas botas, sin ir más lejos. Montañas. Ovejas crudas. Tu propio pie.
Brujas de viaje
– Ese café estaba realmente horroroso, Sham.
– Cierto -dijo. Harga.
– No, quiero decir que en mis buenos tiempos he bebido muchísimo café malo, pero eso, eso ha sido como si halguien me estuviera pasando una siera por la lengua. ¿Cuánto tiempo estuvo hirviendo?
– ¿Qué fecha es hoy? -preguntó Harga, limpiando un vaso. Generalmente siempre estaba limpiando vasos. Nadie descubría jamás qué ocurría luego con los vasos limpios.
– Quince de agosto.
– ¿De qué año?
Hombres de armas
– ¿Se puede saber qué están haciendo?
– ¿A usted qué le parece? Vamos a enterrar a nuestro colega -replicó Ridcully
Los ojos de Colo se clavaron en un ataúd abierto, situado a un lado de la calle. Windle Poons le dirigió un saludo cortés.
– Pero… si no está muerto…¿verdad?
– Las apariencias engañan replicó el archicanciller.
– ¡Si me acaba de saludar! -insistió el sargento.
– ¿Y qué?
El Segador
¿Cómo tortura a sus víctimas hasta la muerte el monstruo Tshup Aklaherp, Sapo Estelar Infernal con Un Millón de crias?
– Es…no me lo digas… las sujeta cabeza abajo y les ensenya fotos de sus hijos hasta que los cerebros de las victimas implosionan.
Imágenes en acción
En Ankh-Morpork imperaba la democracia conocida como “un Hombre un Voto”. El Patricio era ese Hombre: Y el Voto era el suyo.
Mort
Las mentes de los animales dividen el universo en cosas para:
a)Copular
b)Comer
c)De las que huir
d)Piedras
Ritos iguales
Lo que sucedió a continuación fue lo siguiente:
Nada
Ni siquiera fue tan interesante como nada. A veces las cosas no-suceden de manera impresionante. Pero, en cuestión de no-acontecimientos vulgares, éste no tenía rival.
Luz fantástica
Al momento, fue consciente de que el turista se disponía a demostrar su peculiar conocimiento de los idiomas, lo que significaba que iba a hablar muy alto y muy despacio en su propio lenguaje.
El color de la magia
Todo reino con rio que se respete un poco a si mismo sufre terribles plagas sobrenaturales, pero la mas pavorosa que el Viejo Reino había conseguido escenificar durante los últimos cien años fue la Plaga de la Rana*
*Eso sí, se trataba de una rana muy grande.
Pirómides
Yaya ceravieja inclinó la cabeza a un lado.
– Si tu casa estuviera ardiend, ¿qué es lo primero que sacarías de ella?
– Hum. ¿Quién la ha incendiado? -dijo André.
– Eres policía, está claro.
Mascarada
– ¿Donde ha encontrado huevos pasados por agua?
– En un árbol.
– ¿Un árbol de huevos pasados por agua?
– Sí, están en su punto. Si les echas unas termitas del árbol del pan, sanben realmente deliciosos.
– Y supongo que ahora me dirá que también encontró un árbol de cucharas…
– Por supuesto que no.
– Menos mal.
– Es un arbusto.
El país del fin del mundo
El rey Verence habia tropezado para aterrizar, contra todas las leyes de la probabilidad, sobre su propia daga.
Pero de cualquier manera, su médico había firmado un certificado de defunción por causas naturales. Benzen le había explicado que caer por una escalinata con una daga clavada en la espalda era una enfermedad causada por las palabras poco medidas.
De hecho, algunos miembors de la guardia del rey, un poco duros de oído, habían sido víctimas de la misma enfermedad. Se trataba de una pequeña epidemia.
Brujerias
Se debe aclarar que había muy poco de lo que reír en los subterráneos de la “Quisicón”, al menos si tenías un sentido del humor mínimamente normal. No había alegres cartelitos en los que decía: “No es necesario ser despiadadamente sádico para trabajar aquí, pero ayuda!”
Dioses menores
Recordeu contestar qüestionari del CT2100!